Tomás Postigo llegó a la Ribera del Duero en el año 1984, y hoy es considerado como uno de los enólogos más veteranos y que mejor conoce la zona.
Inició su trabajo de bodega en una cooperativa de la Ribera del Duero. Posteriormente, desde 1988 y hasta 2008, creó y dirigió uno de los vinos más emblemáticos de la misma Denominación de Origen, sin salir de Peñafiel.